Utilizamos crin de caballo natural, de la raza autóctona de Mongolia.
La calidad de nuestro encerdado radica en la materia prima y la técnica que utilizamos. Esta técnica se basa en la experiencia y la tradición y por ello conseguimos un agarre y tensión
homogéneos y una dispersión óptima de todos los pelos, lo que mejora el rendimiento del arco.
Realizamos la misma técnica de encerdado para todos los arcos y al mismo precio. Usamos como estándar 140 cabellos para violín, 160 para viola y 200 para violonchelo, pero podemos usar
una cantidad específica si se solicita.